Es el producto estrella de los hornos y panaderías de la isla, y su compleja elaboración incluye varias fases entre el amasado y el horneado.
Una IGP distingue dos tipos de producto: Ensaimada de Mallorca, sin relleno y elaborada con harina de fuerza, agua, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo; y Ensaimada de Mallorca de cabello de ángel, elaborada con los mismos ingredientes que la anterior y rellena de cabello de ángel.
La primera referencia escrita al pastel aparece en un recetario del siglo XVII, y el archiduque Luis Salvador, enamorado de la isla, la describió como “una pasta típicamente mallorquina que acostumbraban a tomar las clases media y alta”. Deliciosa en el desayuno o la merienda, los domingos suele aparecer en los hogares a la hora de los postres.