Madrid no sólo es sinónimo de lujo y modernidad; también ofrece multitud de productos de calidad con Denominación de Origen.
Una D.O. se otorga por el control absoluto de la materia prima durante todo el proceso de producción y por la calidad del producto que, junto con las condiciones climáticas, son las señas de identidad de los alimentos madrileños. Y es que Madrid destaca por tener dos caras: la más lujosa en la zona cosmopolita y la más tradicional en la zona rural.
Productos autóctonos como el aceite de oliva virgen extra de Madrid, con una escasa acidez y un color oro intenso con tonos verdes, cuentan con la D.O. de la zona gracias también a su aroma y a su alto valor nutricional. De igual forma, las aceitunas de Campo Real destinadas al consumo humano destacan por su aderezo, realizado con hierbas aromáticas como son el orégano y el tomillo.
Los pastos de la sierra norte de Madrid junto a las condiciones climáticas de la zona, convierten el entorno en el lugar ideal para la cría de ganado vacuno. Por todo ello, la carne cuenta con el distintivo de garantía de la Sierra de Guadarrama. El famoso anís de Chinchón, localidad madrileña en la que se produce y se embotella, se elabora con granos de anís Matalahúga. Existen cuatro variedades de licor en función de la graduación alcohólica: seco especial, extra seco, seco y dulce.
En la periferia de la región de Madrid se han creado más de diez queserías artesanales que elaboran una amplia gama de atractivos quesos disponibles directamente en las mejores tiendas y mercados madrileños. Cabe destacar otros productos sin D.O. pero igual de apetecibles como los melones de Villa-conejos, las fresas y los espárragos de Aranjuez, los judiones de la Sierra Norte y los ajos de Chinchón.
