No todo son grandes platos y nuevas creaciones. La grandeza culinaria también se encuentra en el tapeo que descubre la gastronomía más tradicional.
Debería estar prohibido que alguien visitara cualquier rincón de España y no disfrutara, por lo menos, de una sesión de tapeo. Aunque Barcelona no es una de las ciudades que más tradición tiene, la población está cada vez más arraigada a esa cultura que conlleva pasar el rato en buena compañía, tomar algo y cenar a base de pequeños pedazos de placer en un único lugar o en varios locales especializados en dichas creaciones.
Y es que cuando el producto es de calidad, cada bocado se convierte en una experiencia de lo más gratificante. Nadie puede resistirse al sabor, el color y la textura de la tapa más popular e internacional de todas: la tortilla de patatas. Si además, como es típico en Catalunya, se acompaña de pan con tomate… Se potencian los sabores a la máxima expresión. Un sinfín de manjares procedentes de toda España esperan en las barras de los bares de tapas más concurridos de la ciudad.
Una extensa gama de productos y elaboraciones que, una vez se prueban, no se pueden olvidar.