Es la prolongación física de las Ramblas de Ciutat Vella, donde se agrupan hoteles, cines, cafés, terrazas y comercios, convirtiéndola en una de las calles con más glamour de la ciudad. Sus terrazas hacen que la Rambla de Catalunya rebose de vida tanto de día como de noche. En el cruce con la Gran Vía encontramos una fuente luminosa, con cuatro angelotes sobre delfines. Al comienzo y al final del paseo podemos contemplar dos conocidos monumentos: "Meditació i Coqueta", un toro y una jirafa obras de Josep Granyer en 1972.