Josep Lluís Sert construyó el extraordinario edificio de la Fundació Miró en 1975. Sert diseñó el edificio como una clara evocación mediterránea, concibiéndolo como una estructura arquitectónica abierta y luminosa: las terrazas, los patios interiores y los juegos de volúmenes recrean un conjunto de relaciones armónicas entre la arquitectura y el paisaje.